Préstamos en la actual lengua gitana de Palencia (España)

Ф. Роберто Гордалиса

Преподаватель-исследователь

Паленсия

(Испания)

 

Заимствования современного цыганского языка в Паленсии (Испания)

Преподаватель-исследователь из Испании, автор 12 монографических исследований, посвященных различным аспектам лексикографии и  топонимики Испании. Среди них выделяются такие работы, как  Vocabulario Palentino Etimológico, 2005, 540 с.,  Estudios de Toponimia, 2006, 350 с., Raíces pre-indoeuropeas de los toponimos hispanicos, 2012, 350 с. Важное место в указанных работах занимают проблемы взаимовлияния языков, связанные с процессами заимствований и ассимиляции.

В настоящей статье рассматривается судьба испанских слов, представляющих собой заимствования из цыганского языка (caló), Вопрос о способах формирования лексического фонда испанского caló до сих пор остается нерешенным. Очевидно, что некоторые европейские языки, такие, например, как болгарский, повлияли на формирование лексического фонда цыганского языка. Автор представляет фрагмент словаря (часть работы большего формата)  и показывает возможную этимологию цыганизмов, распространенных в регионе Паленсии (Испания).

 

F. Roberto Gordaliza

Паленсия

España

 

 

Préstamos en la actual lengua gitana de Palencia (España)

El estudio de cualquier lengua debe hacerse teniendo en cuenta las relaciones, préstamos e interferencias con otras lenguas, preferentemente en el lugar donde pueden recogerse testimonios en cada momento. A partir de una amplia recogida de vocabulario a través de alumnos gitanos y de sus familias, principalmente abuelos, nosotros hemos intentado mostrar el origen de algunas palabras del vocabulario gitano de Palencia (España), confrontándolas con otras lenguas. Presentamos aquí, como parte de un trabajo más amplio, los posibles préstamos de lenguas eslavas al romanó y al caló de los actuales gitanos de Palencia (España).

Origen de los gitanos

         Poco después del año 1000 d. Xto. sitúan la mayor parte de los autores y, en todo caso antes del siglo XV, la primera emigración de gitanos con dirección a Europa. Procedían del norte de la India (Punjab) y Pakistán actuales, y es muy variada la datación de los documentos que dan fe del primer encuentro con nuestra cultura. (1) Quizá fueron las hordas mongólicas de la estepa asiática (uno de sus caudillos, Tīmūr Lang o Tamerlán, invadió la India y acabó tomando Delhi en 1398), quienes empujaron definitivamente a este pueblo al exilio a finales de la Edad Media. Desde entonces no han dejado de vagabundear y de ser perseguidos.

         En cuanto a su nombre, existió en Grecia una antigua secta herética, los Atsinganos o Atsincani, cuyos miembros practicaban la adivinación y la magia. Este nombre, de origen griego-bizantino que luego se atribuiría a grupos de gitanos, puede ser el origen de palabras como tsiganes, nombre con que se les conoce en Francia; Zigeuner, en Alemania; sigöyner en Noruega; zingari en Italia, ciganos en Portugal y Цыган en Rusia.

         Asimismo, varias regiones frecuentadas por gitanos, recibían por entonces el nombre de “pequeño Egipto” a causa de su fertilidad, como en el caso de Epiro (Grecia). Esta pudo ser la razón de que en varios países se les conociera con el nombre de egiptanos o egipcianos, lo que dio origen al español gitanos, gypsies en inglés y, también, aunque aplicado sólo a los de origen español, gitanes en francés. (2)

         Posteriormente, principalmente en Centroeuropa, se les aplicaron diferentes nombres, según los grupos formados en razón de su oficio: tratantes de caballos (dzambaši); animadores de osos (oursari); cesteros (torlači); buscadores de pepitas de oro, después artesanos de la madera, (rudaris), etc. Otros tomaron nombres en razón de grandes grupos o tribus: Lovara, Curara, Calderás, Sintis, Manús, Yeniches, Gitanos, relacionados todos con su artesanía principal o países de asentamiento.

         En España, además del genérico “gitanos”, se dice calés para referirse a las personas de esa raza y caló para nombrar su lengua. Algunos afirman que proceden estas palabras de zincaló, palabra de origen sánscrito que significa ‘hombre de la llanura, persona errante’. El plural de zincaló es zincalé.  Ambas se habrían abreviado en caló, calé. Otros las hacen derivar del romanó kaló ‘negro, gitano’. No faltan tampoco otras palabras como bohemio (también con el sentido de nómada en general) y zíngaro, para referirse a los gitanos europeos. Todos ellos se nombran en ruso como цыгане.

  La Lengua Gitana

         La lengua gitana se llama romanó (rom ’gitano’), deriva del sánscrito y del pákrito, lenguas indoarias de la familia indoeuropea, originarias de la India, como muchos estudiosos lo afirmaron ya desde el siglo XVIII. (3)

         El sánscrito sigue siendo la lengua sagrada del Indostán (ɱskŗta ‘perfecto’). Se trata de una de las lenguas antiguas mejor conocidas a causa de los numerosos textos conservados. La semejanza entre las palabras y gramática sánscrita con las latinas, griegas, persas, eslavas, germánicas, etc. llevó a la constatación de un tronco inicial común para muchas lenguas: el Indoeuropeo.

          La lengua original que portaban los gitanos en su peripecia se ha ido trasformando en parte y mezclando con otras. La llamamos romanó. A pesar de todo, conserva una unidad común, principalmente léxica, pero escindida en múltiples dialectos. (4) Se trata de una lengua complicada, con ocho casos en su declinación, que  ha perdido mucho de su estructura y léxico, dependiendo de grupos y países, aunque conserva su dulzura y expresividad.

         Su situación actual puede resumirse así:

         1. Lengua romaní propiamente dicha. Es la que aún hablan muchos gitanos europeos.

         2. Dialectos:         Constituidos, entre otros, por el caló español y el grupo británico. Ambos han perdido la gramática, pero mantienen una parte del vocabulario que algunos estudiosos evalúan entre 50 y 400 palabras (5).

          En la actualidad, las palabras gitanas son fuente de germanías como en otras lenguas modernas, (langue verte en francés), pero especialmente en español, cuyo diccionario oficial ya recoge bastantes (6).

El Caló en España

         Como decimos solamente se conserva un vocabulario reducido (si bien importante) y se ha perdido tanto la gramática, incluida la declinación y la pronunciación.  En cuanto a ésta, los gitanos, aparte de su típica entonación, desconocen totalmente los sonidos romanós no castellanos: c (ts); š (sh); ž [ǯ]; kh, ph (aspiradas) etc.

         La Real Academia de la Lengua Española ha ido incluyendo en su Diccionario algunas palabras de argot y germanía. Proceden en muchos casos del caló. La vigésima primera edición incluye cuarenta y seis palabras como de origen gitano o caló: acharar; achares; andoba o andóbal; barbián,-na; barí; baril; bato; calé; canguelo; clisos; chalar; chamullar; chaval,-la; chavea; chavó; chipé; chipén; chislama; chori; choro; chulé; chungo,-ga; churumbel; diñar; diquelar; ducas; endiñar; estache; gaché, gachí, gachó; guripa; jindama; jonjabar; lacha; mangar; mangue; manús; menda; muquir; naja; pañí; paripé; parné; pinrel; pira; terne; trajelar. Para algunas (lacha, muquir, pañí) propone además un origen sánscrito. Curiosamente, para un buen número de palabras conocidas, no da etimología de origen gitano; en otras distingue caló y gitano y, por fin, a algunas las da como de origen incierto.

 

El habla de los gitanos palentinos

El afincamiento en Palencia de los gitanos es antiguo. Las primeras familias gitanas que obtienen acceso a la vecindad de Palencia lo hacen en virtud de una Real Pragmática de 1717. Palencia es una de las 41 ciudades elegidas para su sedentarización obligatoria que actualmente es general. (7). El primer documento palentino que conocemos es de 11 de agosto de 1710 y está en el Libro de Acuerdos Municipales (8).

En cuanto a su lengua, resta como reliquia casi desconocida. No hay bilingüismo entre los gitanos palentinos, ni siquiera parcial. El aprendizaje del vocabulario caló se hace ya de mayor. Es la lengua semisecreta del clan, conservada para su autodefensa. El caló es sólo para los gitanos. En el transcurso de nuestra investigación, nos ocurrió que, estando anotando palabras con un padre gitano rodeado de su familia, apareció el abuelo y ordenó: “Eso no penelar” (‘Eso no se dice’). Se acabó la sesión y, además, perdimos al informante.

Es el vocabulario el resto fundamental de la lengua gitana en España y, desde luego, en Palencia. Los gitanos palentinos, han conservado un vocabulario gitano importante y de bastante pureza. Pero, el caló no es su lenguaje normal. Sólo lo usan en contadas ocasiones y dentro de su clan. Su lengua materna es el español. En nuestra investigación hemos podido hablar durante años con muchos niños gitanos que asisten o han asistido a clases de primaria y de secundaria (cerca de 150) y el caló no es aprendido de labios de sus padres. Apenas dicen papá y mamá (bató, bato; bata) con palabras romanís. En resumen, podemos dar por completamente perdido su uso como lengua materna. Sin embargo, nosotros hemos podido recoger un buen número de palabras (314 en nuestro trabajo publicado) sumándonos modestamente a los esfuerzos hechos por antiguos autores. (9)

 

VOCABULARIO RECOGIDO

         Usamos el nombre romanó para la lengua gitana en general, con el femenino romaní y el plural romanés. El caló es el romanó de España. Usamos letra cursiva para las palabras del caló y letra negrita para las otras lenguas.

          En las palabras eslavas (ruso, búlgaro) la letra /o/ no acentuada se pronuncia /a/, lo que aclara mejor la procedencia de algunos préstamos: пyшко [púshka] ‘fusil’; гости [gastí] ‘invitados’, etc.

Signos empleados y su pronunciación

                   c = ts

                   č = ch española o inglesa en chain

                   g = gu- española

                   x = j española o ch alemana en acht

                   j = ill  francesa o y española + vocal

                   š = sh inglesa o ch francesa

                   ž, dz = j francesa

                   z = s

                   ph-, kh-, th- contienen h aspirada.

         El resto se pronuncia como en español. En cuanto al acento, no existen reglas de acentuación y la mayor parte de las palabras son agudas, aunque varía mucho según dialectos. Señalamos con tilde aguda (´) el acento tónico.

 

Abreviaturas usadas:

 

m. = masculino; f. = femenino; cf. = confrontar; adj. = adjetivo; vulg. = vulgar. DCEC = Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Juan Corominas y José A. Pascual. 1ª ed. 1980. VI volúmenes. DRAE: Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. 21ª Edición y edición en CD Rom, versión 1.0. Madrid 1992.

oooOooo

 

Acháte: m. Aceite. También se dice ampio. En caló ampio; lampio con artículo proclítico.  En el romanó centroeuropeo se usan palabras que suponen préstamos de otras lenguas: como džep (cf. persa zeit ‘aceite de oliva’); zeitín, (cf. turco zeytin ‘oliva’ y búlgaro зейтин ‘aceite de oliva’). Sin embargo, para el caló palentino achate hemos de pensar en un origen árabe, az-zait ‘el jugo de la oliva’.

Acobá: Aquí. En caló acoi ‘aquí, allí’, con muchas variaciones. Procede de las palabras romanís akaj ‘aquí’; akoj ‘allá’. (Cf. ruso: куда ‘dónde’; откуда ‘a dónde’).

Bajín: f. Atención. En caló bajín ‘atención, respeto’. Procede del romanó sakin ‘atención, cuidado’. En cuanto a su origen debe ser un préstamo: cf. turco sakin; búlgaro сакын.

Balumes, balunes: m. Pantalones. En caló balunes, baluñé, ‘calzones’ y también jalares, alares. En los romanés europeos se usan diversos préstamos: kalesúno ‘calzón’ (cf. francés caleçon; ruso кальсоны, ‘calzones’; брюки, ‘pantalón’), xoleb ‘calzón’, ‘pantalón’. No podemos establecer relación de estas palabras con el caló balunes que debe proceder de bul, bulén ‘trasero’; bulano ‘cular’, de donde también resulta el derivado romanó buiengere ‘pantalones’.

         Baró,-í: adj. Grande. En caló baré, f. barí. El DRAE dice: “Barí. Del caló baré, grande, excelente”. Procede del romanó baró que entra en la formación de muchas palabras: baravav- ‘agrandar’; baró drom ‘gran camino’ (autopista); barikano ‘orgulloso’, etc. Ejemplo: “Baró pañí” ‘el mar’ (gran agua). En Palencia lo aplican al dinero al hablar de billetes grandes y se conserva, por ejemplo, la expresión “Veinte barós”: ‘Veinte duros’, con que se referían al billete corriente de 100 pesetas, ya que “duro” se llamó anteriormente a la moneda de cinco pesetas. (Cf. ruso: большой ‘grande’).

Báto, batús, patús: m. Padre. En caló bató, batú ‘padre’; pasbatú ‘padrastro’. El DRAE dice: “Bato. 2.- Del caló bato. 1. m. vulg. Padre”. El DCEC dice: ”El caló andaluz bato ‘padre’, bata ‘madre’ es palabra independiente, tomada del gitano, y en éste, seguramente de origen eslavo”. Esta palabra debe proceder del romanó bába (oblícuo singular babás) ‘padre, papá’, cuyo origen debe ser un préstamo (cf. turco baba; búlgaro баба ‘abuela’; ruso баба ‘mujer’). En Palencia, sólo algunos niños gitanos dicen bató por papá y báto por el infantil pápa.

Bestia: f. Caballo. Alterna con el femenino gastí. También pestís. En caló, caballo se dice grasté. Creemos que procede del romanó f. štja, pl. beš por confusión con gastí, quizá por influencia de bešt-‘sentarse’, lo que explicaría el uso del femenino. (Cf. el ruso гости ‘invitados’ que puede contener la idea de sentarse). Los gitanos palentinos reservan ger, gosní para nombrar a los burros.

    Bucharnó: m. Tiro. En caló bucharar, bucharelar ‘lanzar’, ‘tirar’. Hemos de pensar en el romanó butjarnó ‘trabajador’, derivado de butín- ‘empujar’. En ese caso se trataría de un préstamo: cf. búlgaro бутам ‘empuje’.

 

    Calé, cayí: m. f. y adj. Gitano, gitana. También calorró, calorrí. En caló se dice: caló, cayí, calorró, f. calorrí y cañí. Derivado: cayocó, cayoquí ‘agitanado, agitanada’. Funciona como nombre con el significado de ‘gitano,-a’, o como adjetivo ‘negro,-a’. El DRAE dice: “Calé: De caló. 1. m. gitano de raza”. Corominas en su DCEC dice “Calé, ‘moneda de cobre’, ‘dinero’, del gitano caló ‘negro, obscuro’ por el color de la moneda de cobre en oposición a la de plata”. Esta palabra procede del romanó, donde encontramos kaló ‘negro, gitano’; derivados: kaler ‘ennegrecer’; kalardí ‘cocina’, etc. Se trata, pues, de un cambio metonímico.  Encontramos en ruso y búlgaro кухня ‘cocina’. Ver cayardó.

 

    Cayardó: m. Café. Negro. Puede tener valor de sustantivo o de adjetivo. En caló alterna las sordas/sonoras cayardó / gayardó. Es palabra de origen romanó: kaljardó, kaljardí ‘café’, procedente de kaló, kalí ‘negro, -a’. Ver los anteriores: kaler ‘ennegrecer’; kalardí ‘cocina’, etc. y cf. ruso y búlgaro кухня ‘cocina’.

 

    Clayes: m. Rey. En caló crayí, beruñó. Procede del romanó krális, kralo, ‘rey’; králi, ‘reina’. La palabra kral debe ser un préstamo pues aparece en múltiples lenguas europeas: serbio y esloveno kral; búlgaro крал ‘rey’; húngaro kira’ ly; turco kiral, etc.

   

    Clichi: f. Llave. También cachí. En caló clichí, chichí. Procede del romanó klídžin, klúči ‘llave’; derivados: kidav- ‘cerrar’; kližinengero, ‘cerrajero’. Son préstamos de diverso origen (cf. griego ϰλειδί; búlgaro ключ ‘clave’).

Isba: f. En caló ‘alcoba’. El DRAE dice: “f. Vivienda rural de madera, propia de algunos países septentrionales del antiguo continente, y especialmente de Rusia”. Debe ser un préstamo del ruso избá ‘casa de campo’).

Machicó, -ai: Gato, gata. También se dice marcura y marcuria. En caló encontramos machicó, machicai ‘gato’; machicañí ‘gata’. Procede del romanó mačka, seguramente un préstamo (cf. búlgaro маца ‘gato’).

         Mol: M. Vino. También villó. En caló mol. Procede del romanó mol ‘vino’ que es femenino o masculino; derivado: molengero ‘vinatero’. Ejemplo romanó: “Mol par o rom”: ‘Vino para el hombre’.  Ver villó.

 

         Nanai: Negación. En caló na, ne; nanai ‘de ningún modo’. El DRAE dice: “Nanay. 1. Expresión familiar y humorística con que se niega rotundamente una cosa”. Procede del romanó nane, nana, nanai ‘no ser’, seguramente un préstamo (cf. búlgaro нe; turco ne).

Parlacha: F. Ventana. En caló felichá, berdacuñí. A parte de la raíz romaní phen- ‘hablar’, encontramos el préstamo pendžára, pendžéra ‘ventana’ (cf. turco pencere; búlgaro пéнджеро ‘ventana’) que, con probable influencia del castellano parlar o de alguno de sus muchos derivados como parleta, etc., pueden estar en el origen de parlacha. Ver perlachí.

         Patulé, patuyí: Pastor, pastora. En caló patulé, patulí. En algunos romanés se dice mutungero, seguramente un préstamo provenzal: moutounié; en otros ovčari, pl. ovčarja, préstamo también, en este caso del búlgaro oʙɥáp ‘pastor’. Con ninguno de ellos podemos relacionar el patulé o patuyí palentinos.

 

Perlachí: f. Persiana, celosía que tapa la luz de las ventanas. Ver parlacha y cf. con el búlgaro пéнджеро ‘ventana’.

 

         Pusca: f. Pistola. En caló puscá ‘pistola’; derivados: puscanó ‘guardia’; puscateró ‘escopetero’. Deriva del romanó puška ‘fusil’, ‘escopeta’. Sobre el origen de la palabra, cf. búlgaro пýшко ‘fusil’.

 

         Trupo: m. Cuerpo. En caló trupo, drupo (también con sentido de vientre). Procede del romanó trupo, trupos, también con sentido de ‘espalda’. Es palabra extendida por todos los romanés y que debemos considerar préstamo de alguna lengua centroeuropea. En este sentido cf. checo trup; búlgaro труп ‘cadáver’.

Verdó: m. Carro. En caló se dice virdoche ‘carruaje’. Procede del romanó vertin-‘hacer andar’; vardin, verdin, pl. vardinja ‘coche’, ‘carromato’, ‘rulot’; derivado vordinengero ‘carretero’. Seguramente es un préstamo (cf. búlgaro въртя ‘voltear, girar’), pero no podemos relacionarla con el ruso кучер  ‘cochero’).  

Villó: m. Vino. También se dice mol. (cf.  ruso винó ‘vino’).

                  

                  

         Conclusión

        

                   Algunas lenguas europeas y particularmente el ruso y el búlgaro han aportado algunos préstamos a la lengua que los gitanos han llevado durante su andadura por Europa. Esa lengua es llamada  romanó (ruso Романо) y es la fuente del dialecto gitano español llamado caló. El primer origen sánscrito esas lenguas ha sufrido influencias y adoptado algunos préstamos  que, sin duda, merecen un estudio más profundo.

 

NOTAS

 

1.- Se datan las primeras llegadas en las islas griegas, Ex-Yugoeslavia, Bulgaria y Rumanía en el siglo XIV; en Alemania en 1407; en Suiza en 1418; en Francia en 1419, etc. La anónima Crónica de Bolonia es la primera en constatar documentalmente la llegada de un “duque de Egipto” llamado Andrés, acompañado de unas cien personas (18 de julio de 1422). El Chronicon Foroliviense (Forlí, Italia) sitúa en 7 de agosto del mismo año, el paso de un grupo de unas doscientas personas que se dirigen a Roma a ver al Papa. Curiosamente recoge que algunos “decían venir de la India”. El primer documento español es el salvoconducto otorgado en Zaragoza por Alfonso V de Aragón el 12 de enero de 1425. Es a favor de don Johan de Egipto Menor con validez por tres meses.

2.-Cf. Liégeois, Jean–Pierre: Tsiganes et voyageurs. Conseil de l’Europe. Strasbourg, 1985. Traducido al español en Ed. Presencia Gitana (Asidiajú Callí). Madrid 1987.

3.- Así lo hacen diversos autores ingleses y en especial Williams Marsden y los austríacos Wesdin y Miklosich. En España ya lo afirmó George Borrow (The Zincalí, 1841) y del sánscrito y pákrito lo hacen proceder los lingüístas y así lo recogen muchos autores antiguos y, desde luego, todos los modernos.

         4.- Cf. estudios de lingüística comparada y, entre otros, los de la Universidad de Punjab (India), como Multilingual Romany Dictionary, 1976; Linguistic Liaison in Punjabi-Intercontinental. Chandigard, India, 1984... etc.

         5.- Courthiade, Marcel: “La lengua romaní y la estandardización: el progreso de una idea” en Interface, nº 8, 6-11. Ed. Española. Universidad René Descartes. Paris 1992. Negamos para el caló la exactitud de estas cifras. Ya en los vocabularios antiguos de caló, encontramos muchas más palabras: Jiménez, Augusto (año 1846): 2.506 palabras; MAYO (Quindalé), F. de Sales (año 1870): 2.350 palabras; Tineo Rebolledo, J. (año 1909): 6.030 palabras. Su bilingüe español-gitano A chipí callí (1900) declara contener 9.000. La cantidad de palabras calós es, pues, notablemente superior a la propuesta para otros dialectos, aunque haya que reconocer en la actualidad un proceso paulatino de pérdida de léxico.

         6. - Algún estudioso, como José Rodríguez Díaz (“Defensa y rescate de la lengua gitana” en Los Domingos de ABC, Madrid 1982) cita más de 80 palabras de uso coloquial en español que proceden del caló. También en ocasiones se usan como nombres propios o se eligen palabras gitanas como marcas comerciales: Mirinda, famosa, aunque ya desaparecida marca de refrescos, es el adverbio caló ‘mientras’.

         7.- Fernández Morate, S.: “La minoría gitana en la ciudad de Palencia durante el siglo XVIII” en Actas II Congreso de Hª de Palencia. 291-306. Palencia 1990.

         8.- Libro de Acuerdos 1710. Archivo Histórico Municipal. Palencia. En este documento el Corregidor expone a los señores Justicia y Regidores de la ciudad la orden recibida de perseguir a los “jittanos”.

         9.- El más antiguo vocabulario gitano fue recopilado por el italiano Giulio Cesare Scaligero (s. XVI) y publicado por Bonaventura Vulcanius: De litteris et lingua Getarum sive Gothorum. Item de notis Lombardicis quibus acceserunt specimia variarum... Leiden 1597. Nuestra recopilación está publicada en Gordaliza, F. Roberto: La lengua Gitana en Palencia, restos y orígenes, Vid. Bibliografía.

 

Bibliografía

 

         a) Sobre la Lengua Gitana (ROMANÓ):

         Barthélemy, André: Notes de Grammaire Tsigane. 1968.
         Grammaire du Tsigane Kalderash. 55 pág. 1983.
         Dictionnaire de Tsigane Kalderash. 202 pág. 1988.

         Calvet, Georges: Lexique Tsigane: Dialecte des Erlides de Sofía. Paris, Publications Orientalistes de France. Paris 1982. 110 p.

         Dialecte sinto piémontais. Con Bernard Formoso. Paris, POF, 1987. 141 p.

 

         Courthiade, Marcel: Romani Fonetika thaj Lekhipa. Titograd, (Ex-Yugoeslavia) 1986.

 

         Mikosich, Franz von: “Über die Mundarten und die Wanderungen der Zigeuner Europas. VII. Verglichung der Zigeunermundarten” en Denkschriften der kaiserl. Akademie der Wissenschaften. Wiener (1872-1880).

 

         Sailey, Robert: Vocabulaire Fondamental du Tsigane d’Europe. Maisonneuve et Larose. Paris 1979. 57 p.

 

         Samara, Dhimitër: “Breve historia de la lexicografía romaní”, Institute of Linguistic. Tirana (Albania). Publicado en Interface 22, 23, 25. Université René Descartes. Paris 1996 a 1997.

 

         Valet, Joseph: Vocabulaire des Manouches d’Auvergne. 2ª Ed. Clermont-Ferrand. Ed. del autor, 1986. 190 p.

        

         Varios: La Langue Tsigane. Tendences actuelles de la recherche. Actes de la Table Ronde Internationale de Tsiganologie. Sèvres, (Francia), 1977.

 

         b) Sobre el CALÓ:

         Borrow, George: Embéo e majaró Lucas. Madrid, 1837. Reed. Valladolid 1981.

         The Zincali, or an account of the Gypsies of Spain. John Murray. London 1841.

         La Biblia en España. 1ª Ed. 1842. Ed. Alianza Editorial, Madrid 1970.

 

         Campuzano, Ramón: Origen, usos y costumbres de los jitanos y diccionario de su dialecto. Madrid, 1848. Reed. fac. Heliodoro. Madrid 1980.

 

         Clavería, Carlos: “Notas sobre el gitano español” en Strenae XVI. Salamanca 1962.

 

         Dávila, Barsaly y Pérez, Blas: Apuntes del dialecto caló o gitano puro. 1ª Ed. 1943. Ed. facsímil de la Universidad de Cádiz 1991. 174 p.

 

         Gómez Alfaro, Antonio: “Diccionarios de la Lengua Romaní” en Interface 28, 29, 30 (1997 a 1998). Université René Descartes. Paris.

 

         Gordaliza, F. Roberto: “La lengua Gitana en Palencia, restos y orígenes”, en Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses, nº 72. pp. 207-249. Palencia 2001.

 

         Jiménez, Augusto: Vocabulario del dialecto jitano. Sevilla 1846. Existe una reedición por la Asociación de Libreros de Viejo. Sevilla. 111 p.

 

         Mayo, (“Quindalé”), Francisco de Sales: El gitanismo. Historia, costumbres y dialecto de los gitanos. Con un epítome de gramática gitana y un diccionario caló-castellano. Vict. Suárez 1870. Reed. facs. Heliodoro. Madrid 1979.

 

         Pabanó, F. M.: Historia y Costumbres de los Gitanos. Diccionario Español-Gitano-Germanesco. Montaner y Simón. Barcelona 1915. Ree. facs. Ed. Giner. Madrid 1980.

 

         Tineo Rebolledo, J.: Gitanos y Castellanos. Diccionario Gitano-Español y Español-Gitano. Ed. Maucci. Barcelona 1909. Reed. facsímil por la Universidad de Cádiz 1988. 311 p.

 


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