Puentecillas



 

El puente más entrañable para los palentinos es PUENTECILLAS. De origen romano, a pesar de su aspecto medieval, fue reformado en el siglo XVI. El Bolo de la Paciencia que el Ayuntamiento colocó a su entrada fue durante muchas generaciones el mentidero de la ciudad, cuando los hacejeros y las lavanderas reposaban su carga de vuelta a sus casas. Ahora es paso peatonal hacia una de las zonas de ocio más amplías de la ciudad: el Sotillo.


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